La producción de tabaco a nivel nacional se ha caracterizado por brindar un sustento estable a familias campesinas (alrededor de 7.000 familias se dedican a este cultivo datos 2018). Esto debido a que la comercialización de la hoja de tabaco la tienen asegurada con la industria, lo que les permite hacer una proyección de cuánto deben sembrar con precios previamente pactados, sin tener que depender de las variaciones del mercado.
El cultivo del tabaco proporciona a nivel mundial cerca de 40 millones de empleos y 1,2 millones adicionales en las actividades de manufactura. Se cultiva en más de 120 países, produciendo alrededor de 4 millones de toneladas anuales.
La Cadena está conformada por las compañías tabacaleras Coltabaco, British American Tobacco, y CDF Colombia, así como por el Gremio tabacalero FEDETABACO y entidades de apoyo como el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el SENA, Agrosavia, Universidades, el Sena, entre otros.
El proceso productivo tiene dos etapas:
- Eslabón primario: producción y procesamiento de la hoja de tabaco
- Fase industrial: fabricación de cigarrillos.
Del tabaco se obtienen otros subproductos como los cigarros, puros y mezclas de tabacos para pipas que, sin embargo, son menos importantes en el país.
Este subsector cuenta con un fondo parafiscal de fomento, denominado Fondo Nacional del Tabaco, el cual está administrado por el gremio Fedetabaco, y con el cual se desarrollan proyectos encaminados a al mejoramiento de infraestructura productiva, seguro de cosecha, asistencia técnica, mejoramiento de la calidad de vida de los productores, entre otros.
La producción de tabaco se encuentra distribuida en 6 departamentos del país, con un área de 5.762 Has y una producción 12.111 Ton en 2018. Sin embargo, se anota que la producción de tabaco en Colombia a partir del 2.010 ha presentado una reducción año tras año de manera sistemática, debido a variables como:
- Acuerdo Marco de Control al Tabaco (liderado por la OMS)
- Disminución de contratos por parte de la industria tabacalera
- Cambio del uso del suelo.
- Importaciones de hoja de tabaco.
- Contrabando de cigarrillos.
- Cambio de hábitos de consumo de productos de tabaco
En relación al primer punto, se señala que este Acuerdo Marco genera presión en el mercado de productos, adicionado con nuevas medidas impositivas a los cigarrillos que favorecen el contrabando de producto y deterioran la industria nacional único comprador del tabaco en rama, conllevando a que en los últimos años disminuyan las siembras y la producción por lo que se trabaja en la cadena en la definición de acciones encaminadas a apoyar a los productores para el diseño e implementación de instrumentos de financiamiento, aseguramiento del riesgo, programas de adecuación de tierra y de la infraestructura de secado, vivienda, acompañamiento técnico, al igual que la búsqueda de actividades alternativas al cultivo.
Se requiere continuar con esta concertación de acciones en la cadena para que esta población que se considera vulnerable, sea atendida adecuada.
En relación al contrabando de cigarrillos, un estudio realizado por la consultora INVAMER, contratado por la ANDI en el año 2018, denominado "Incidencia de cigarrillos ilegales en Colombia 2018" concluye que el año pasado el contrabando llegó a incrementarse en un 25%, lo cual representa 7 puntos porcentuales adicionales a los presentados en 2017, siendo el mayor registrado en años recientes. De acuerdo al estudio, la gran mayoría de estos cigarrillos ilegales se consiguen en tiendas de barrio y su precio es 53% inferior a aquellos que cumplen con la ley. Esta práctica ilegal afecta directamente a los pequeños y medianos productores de hoja de tabaco, cuyo sustento depende de este cultivo.
Dada la coyuntura de la Cadena, desde la política agropecuaria del MADR se busca una reconversión productiva para los productores que por distintos factores, han tenido que dejar de sembrar tabaco.
